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La Franja y la Ruta, expansión comercial bajo amenaza del intercambio ilícito

La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), lanzada en 2013 por la República Popular China, ha transformado el comercio y la infraestructura global.

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A través de esta estrategia, China ha movilizado cientos de miles de millones de dólares en inversiones que abarcan desde el desarrollo de redes de transporte hasta proyectos energéticos y de telecomunicaciones, impactando a más de 151 economías en todo el mundo y forjando alianzas con más de 30 organizaciones internacionales.

Sin embargo, este ambicioso proyecto también enfrenta crecientes riesgos asociados al comercio ilícito, como advierte el reciente informe conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo).

Según la Ocde, la expansión de la infraestructura global a través de la BRI ha traído consigo nuevas vulnerabilidades. «Mientras que las inversiones de la BRI han impulsado el crecimiento económico y la conectividad, también han incrementado el riesgo de que actores criminales utilicen estas infraestructuras para actividades ilícitas«, señala el informe.

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La advertencia es clara, pues sin sistemas adecuados de vigilancia y control, los corredores comerciales que buscan fomentar el intercambio legítimo también pueden ser cooptados para facilitar el contrabando y la circulación de productos falsificados.

Desde su anuncio, la BRI ha dado lugar a más de 2.000 proyectos de infraestructura, consolidándose como el programa de desarrollo más grande jamás emprendido por un solo país. 

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Comercio con China

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En estos territorios, las inversiones chinas han encontrado terreno fértil, en parte por la falta de alternativas financieras tradicionales para financiar obras de infraestructura. Como reconoce el informe, «la BRI ha proporcionado financiamiento crucial para mejorar infraestructuras en países donde no existían otras opciones de financiación«, citando como ejemplo el impacto transformador del Corredor Económico China-Pakistán.

No obstante, el mismo documento advierte que el progreso económico trae consigo nuevas amenazas. Entre 2013 y 2021, el 12,8% de los proyectos analizados en el marco de la BRI enfrentaron obstáculos en su ejecución, representando casi el 35% del valor total invertido.

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Estos desafíos no solo incluyen problemas financieros o políticos, sino también brechas en la gobernanza que incrementan las oportunidades para la proliferación de actividades ilícitas.

El informe revela que existe una correlación positiva entre las inversiones en infraestructura de transporte y logística vinculadas a la BRI y el incremento del comercio de productos falsificados.

El comercio ilícito no es una amenaza menor, pues anualmente se registran más de 130.000 incautaciones de bienes falsificados a nivel global. En 2021, China y Hong Kong representaban la mayor proporción de los envíos incautados, consolidándose como epicentros en esta problemática.

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Comercio con China

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Cambio en el transporte

Un fenómeno destacado en el documento es el cambio en los métodos de transporte utilizados para mover mercancías ilícitas. Mientras que en 2015 cerca del 60% del valor de los bienes falsificados incautados se transportaba por vía marítima, en los años 2020 y 2021 este porcentaje cayó a alrededor del 30%.

Esta reducción no indica una disminución del tráfico ilícito, sino más bien una adaptación estratégica, ya que las redes criminales han encontrado en los envíos postales y la paquetería exprés, impulsados por el auge del comercio electrónico, un canal menos riesgoso para el movimiento de mercancías ilegales.

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«La creciente fragmentación de los envíos, impulsada por el comercio electrónico, ha facilitado el ocultamiento de productos ilícitos mediante pequeños paquetes de bajo riesgo«, subraya el reporte. Este fenómeno es aún más alarmante al considerar que mientras el valor de las importaciones legales de China hacia la Unión Europea se duplicó entre 2015 y 2022, el valor de las incautaciones de productos falsificados provenientes de China cayó dramáticamente a apenas el 40% de su nivel de 2015.

Comercio con China

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Según los expertos de la Ocde, esto podría deberse tanto a mayores controles aduaneros en los puertos de salida chinos como a una creciente sofisticación de las redes criminales, que aprovechan terceros países para ocultar el origen de los productos.

Otro aspecto que preocupa a los investigadores es la creciente participación de empresas chinas en la operación de puertos estratégicos en Europa. El informe revela que cerca del 30% del volumen total de contenedores que ingresan al continente europeo transita por puertos donde firmas chinas han realizado inversiones significativas.

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A pesar de este aumento en la participación comercial, el número de puertos que reportan incautaciones de productos ilícitos ha disminuido, pasando de 46 en 2016 a apenas 32 en 2022. «Aunque el volumen de comercio legítimo en puertos con inversión china ha crecido, las incautaciones no han seguido el mismo ritmo«, alerta la Ocde.

Comercio con China

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Debilidad institucional

La debilidad institucional emerge como uno de los principales factores que facilitan el auge del comercio ilícito. El informe sostiene que en las economías donde la gobernanza es deficiente y los sistemas de protección de derechos de propiedad intelectual son débiles, las inversiones en infraestructura no se acompañan de mejoras regulatorias, lo que abre puertas a la actividad delictiva.

En este sentido, el análisis muestra que los países que reciben una proporción significativa de su PIB en inversiones relacionadas con la BRI tienden a registrar mayores volúmenes de exportaciones de productos falsificados.

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Frente a este panorama, la Ocde propone medidas concretas para mitigar los riesgos. Señalan que los gobiernos involucrados deben integrar mecanismos de transparencia en los proyectos de infraestructura, fortalecer los marcos regulatorios, aumentar la cooperación internacional en la protección de la propiedad intelectual y establecer sistemas de monitoreo que permitan detectar patrones de tráfico ilícito.

Comercio con China

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«Sin una acción decidida, existe el riesgo de que las inversiones destinadas al desarrollo económico terminen fortaleciendo a las redes delictivas internacionales«, advierte el documento.

El desafío que enfrenta la Iniciativa de la Franja y la Ruta es doble. No solo se trata de seguir impulsando el desarrollo económico a través de una conectividad mejorada, sino también de asegurar que las redes de infraestructura no sean aprovechadas por organizaciones criminales para expandir sus actividades ilícitas. En palabras del informe, «el éxito de la Iniciativa dependerá no solo de su capacidad para generar crecimiento económico, sino también de su habilidad para resistir ser capturada por redes ilícitas«.

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Sin embargo, la BRI representa una oportunidad histórica para construir puentes entre continentes y fomentar un comercio más dinámico y diversificado. Pero, como muestra el informe, este mismo potencial puede convertirse en una amenaza si no se abordan con decisión los riesgos de corrupción, contrabando y tráfico ilícito que acompañan a la expansión de la conectividad global.