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Los hoteles, el mejor destino… ¡para la inversión!

Los hoteles, el mejor destino… ¡para la inversión!

A nivel global, la actividad turística recuperó en 2024 un 98% del nivel registrado en 2019; tras resultar el sector más golpeado por el impacto de la pandemia, el turismo ha demostrado una resiliencia extraordinaria, recuperándose de manera acelerada. El incremento de la demanda (tan intenso que muchos lo calificaron de “furor viajero”) que comenzó tras el control de la variante Omicron al inicio de 2022,  ha llegado hasta este comienzo de 2025, si bien comienza a vislumbrarse una cierta “normalización” del ritmo de crecimiento. 

Esta normalización no es una mala noticia, sino bien al contrario, un síntoma de estabilización. La bonanza del negocio turístico no es ya producto de una variable coyuntura, sino que obedece a un cambio de hábitos y a una tendencia estructural de la demanda. 

En España, el turismo se volvió a posicionar en 2024 como el principal motor económico del país, al crecer el PIB turístico un +6,5%, más del doble que la media de sectores económicos, y siendo responsable del 26,1% del crecimiento del producto interior bruto nacional. Nuestra industria no solo se confirma como un pilar de la economía, sino también del empleo, al crear en 2024 72.000 nuevos empleos, en su mayoría indefinidos, reduciendo la temporalidad al mínimo histórico del 7,8%.

El atractivo de este sector en auge se extiende también al mercado de la inversión, debido a las positivas perspectivas a largo plazo y a la sostenibilidad que otorga al negocio la solidez de sus fundamentales. Como recoge el último informe sobre inversión hotelera de Cushman & Wakefield, el mercado de inversión en activos hoteleros en España mantiene un ritmo constante desde 2023, y ha cerrado 2024 con un volumen superior a los 3.000 millones de euros, consolidándose como uno de los más dinámicos de Europa. Igualmente, las operaciones en curso anticiparían un 2025 igualmente activo en nuestro país, que se posicionará como el tercer mercado europeo en pipeline, por detrás del Reino Unido y Alemania. 

El patrón de este crecimiento en el mercado de la inversión hotelera no sólo se ha acelerado, sino que también se ha diversificado, con una multiplicidad de perfiles de inversor atraídos por esta rama de actividad, con la entrada de fondos soberanos o compañías aseguradoras, y con una diversidad de conceptos hoteleros y formatos híbridos como los de Co-living o Branded Residences. Esta diversidad favorece las alianzas y sinergias de los inversionistas con grandes marcas hoteleras, para ampliar los desarrollos hoteleros y configurar un producto más atractivo.

En el caso de Meliá Hotels, tras siete décadas de avanzar colaborando con partners locales en el desarrollo de nuevos destinos, hemos sabido evolucionar con el mercado, y  ante un contexto repleto de retos, hemos forjado alianzas con entidades del máximo prestigio para el crecimiento, creando un ecosistema de partners inversores que nos ha permitido crecer de manera estratégica e incorporar activos de primer nivel, poniendo en valor nuestra capacidad para generar valor cualitativo y cuantitativo, gracias a la eficiencia de nuestra digitalización y a nuestra capacidad de gestión hotelera, junto con la solidez de nuestras marcas y nuestra reputación como compañía hotelera más sostenible de Europa. 

De este modo, en los últimos años Meliá ha sido parte, como compañía gestora, de algunas de las grandes operaciones de compra-venta de activos realizadas en España, como la operación de compra de los hoteles de la antigua sociedad Equity Inmuebles por la entidad Abu Dhabi Investment Authority (ADIA), en el año 2023, que también adquirió una parte de algunos hoteles emplazados en la localidad de Magaluf (Mallorca), o la alianza de Meliá con las entidades Bankinter y GMA en la sociedad denominada Victoria Hotels & Resorts, así como la  relativa a tres hoteles estratégicos localizados, uno en Ibiza y dos en Fuerteventura, vinculada con Banca March. 

En todos los casos y bajo diferentes modelos, vehículos y tipologías de inversores, Meliá cumplió con la premisa de seguir gestionando los hoteles dentro de su portfolio, ofreciendo no solo una interesante rentabilidad a nuestros inversores gracias a nuestra capacidad gestora, nuestro liderazgo y reconocimiento en el mercado y nuestra capacidad de distribución, sino también siendo una garantía de revalorización de los activos gracias a nuestro know-how en el reposicionamiento de los productos.  

Una fórmula exitosa bajo la que estoy seguro de que seguiremos capitalizando nuestra experiencia y nuestras fortalezas, ante el creciente interés de fondos, family offices y bancos de inversión en nuestro sector.