Según el informe Consumer Pulse de la consultora Bain & Company, los consumidores en América Latina centran hoy sus principales preocupaciones en cuatro aspectos clave: bienestar financiero, empleo, costo de vida y estabilidad política y económica. Este panorama ha llevado a muchos a ajustar sus hábitos de consumo para reducir costos. En Colombia, por ejemplo, el 45% de los encuestados afirmó que está priorizando el recorte de gastos en restaurantes y cafeterías.
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Esta tendencia refleja el impacto del aumento generalizado en los precios, especialmente en alimentos y transporte, percibido por el 90% de los consumidores latinoamericanos. En el país, cerca del 30% de las personas consultadas aseguran estar restringiendo sus compras a lo estrictamente necesario. Esto ha desplazado gastos como las comidas fuera de casa, la ropa, los accesorios y los servicios de entrega a domicilio.
El informe también revela que el 24% de los colombianos tiene dificultades para costear artículos de primera necesidad, mientras que un 27% asegura no poder hacer un ahorro al final del mes después de cubrir sus gastos básicos. Además, un 23% dice que logra pagar algunos servicios no esenciales, pero a costa de renunciar al ahorro.
En paralelo, la salud física gana terreno entre las prioridades de los consumidores colombianos: el 47% afirma hacer ejercicio con regularidad y el 28% acude a revisiones médicas periódicas. Sin embargo, el bienestar mental aún no ocupa un lugar destacado, toda vez que el 9% de los encuestados en Colombia y Perú asiste a terapia, el porcentaje más bajo de la región.
Catalina Fajardo, socia de Bain & Company en Colombia, destacó que los resultados muestran cambios notables en la alimentación de los latinoamericanos en 2025, con una reducción en el consumo de azúcar (-40%), grasas (-39%), gluten (-34%) y sal (-33%), junto con un aumento del 6% en la ingesta de proteínas.
«Estas decisiones, junto con un mayor enfoque en la actividad física y el control del gasto, reflejan una tendencia hacia el bienestar, donde el consumo está más orientado al cuidado de la salud«, señaló.
Finalmente, el informe destaca la creciente relación de los consumidores con la inteligencia artificial. Colombia lidera en familiaridad con estas herramientas en la región: el 59% de los encuestados afirma conocerlas y el 10% ya las utiliza frecuentemente.
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Cambios enfocados en marcas

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Por otra parte, según un reporte de NIQ, el 53% de los consumidores a nivel global afirma comprar cada vez más productos de marca propia. En Colombia, esta preferencia es aún más marcada: el 68% considera que las marcas propias representan una alternativa válida frente a las marcas reconocidas, y la mitad de los consumidores opina que ofrecen una calidad igual o superior.
Pese a este crecimiento, las principales marcas comerciales del mundo también han mostrado señales de recuperación. En 2024, las 10 más relevantes registraron un repunte en ventas globales, lo que indica una competencia renovada en los estantes tanto de grandes cadenas como de pequeños comercios.
“El consumidor colombiano está en constante adaptación, ajustando sus hábitos a las condiciones del mercado. Este estudio subraya la importancia de una colaboración estrecha entre fabricantes y minoristas para impulsar la próxima ola de crecimiento del consumo masivo y conectar eficazmente con las nuevas prioridades del comprador”, señaló Marta Cyhan-Bowles, Chief Communications Officer y líder global de marketing en NIQ.
Uno de los hallazgos más relevantes del informe es la mejora en la percepción de valor y calidad de las marcas propias. El estigma que históricamente rodeaba a estos productos se diluye: un 64% de los colombianos cree que representan una excelente relación calidad-precio. Además, el 59% afirma que compraría más si hubiera una mayor variedad disponible.
No obstante, el crecimiento de las marcas propias parece estar comenzando a estabilizarse, con una participación global que aumentó apenas 1,4 puntos porcentuales. A la vez, se observa una tendencia de premiumización, donde más de la mitad de los consumidores globales declara estar dispuesta a optar por productos de mayor categoría, especialmente entre Millennials (61%) y Gen Z (58%).
El informe también muestra una apertura creciente a la exploración: el 58% de los encuestados está diversificando sus compras entre distintas categorías y otro 58% afirma que la marca es irrelevante, priorizando necesidades específicas por encima del nombre.
Lauren Fernandes, vicepresidenta de Global Thought Leadership en NIQ, subraya que “nunca ha sido más relevante para los actores del mercado encontrar maneras de ampliar la oportunidad total que ofrecen los consumidores. El crecimiento es alcanzable si se fomenta una combinación estratégica entre productos de marca y marca propia, además de considerar programas de copromoción e innovación comercial”.
Los datos de NIQ refuerzan esta visión: las 10 principales marcas comerciales globales crecieron un 4,8% en ventas en el último año, ligeramente por encima del 4,3% que registraron las marcas propias.
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