El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, ha reiterado la importancia de que el banco central supervise de cerca el impacto de los aranceles para evitar un aumento persistente de la inflación. Durante su participación en el Club Económico de Chicago, Powell enfatizó la necesidad de mantener ancladas las expectativas de inflación a largo plazo y prevenir que un aumento puntual de los precios se convierta en un problema continuo de inflación.
Aumento de aranceles y efectos en la inflación
Powell destacó que los aumentos en los aranceles anunciados hasta el momento han superado las expectativas iniciales, lo que podría provocar un incremento temporal en la inflación. Sin embargo, también advirtió que estos efectos inflacionarios podrían prolongarse en el tiempo.
Powell mencionó: «Evitar ese resultado dependerá de la magnitud de los efectos, del tiempo que tarden en trasladarse plenamente a los precios y, en última instancia, de que se mantengan bien ancladas las expectativas de inflación a más largo plazo.»
En este sentido, el presidente de la Fed subrayó que es fundamental encontrar un equilibrio entre el fomento del empleo máximo y la estabilidad de precios. Destacó que sin estabilidad de precios, no se pueden alcanzar largos períodos de condiciones laborales sólidas que beneficien a la población estadounidense en su conjunto.
Conflicto entre objetivos económicos
Además, Powell reconoció la posibilidad de que el debilitamiento económico y la alta inflación puedan entrar en conflicto con los dos objetivos principales del banco central.
Powell explicó: «Es posible que nos encontremos en el difícil escenario de que nuestros dos objetivos entren en conflicto. Si eso ocurriera, consideraríamos lo lejos que está la economía de cada objetivo, y los horizontes temporales potencialmente diferentes en los que se anticiparía el cierre de esas brechas respectivas.»
En resumen, Jerome Powell enfatizó la importancia de monitorear de cerca los efectos de los aranceles en la inflación y mantener un equilibrio entre el fomento del empleo y la estabilidad de precios para garantizar un crecimiento económico sostenible y beneficioso para todos los ciudadanos estadounidenses.