Definir el valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), es decir, por cada persona a las diferentes EPS del país, para la vigencia 2025 es indispensable para asegurar que se destinen los recursos mínimos necesarios para cubrir los costos de los servicios médicos, medicamentos, terapias y tecnologías en salud requeridos para la garantía del derecho fundamental a la salud de la población colombiana.
Ello cobra una relevancia especial, teniendo en cuanta que el sistema de salud atraviesa actualmente una crisis financiera como nunca antes ocurrió. La prestación adecuada de los servicios de salud corre peligro debido a la falta de recursos suficientes y un flujo oportuno.
Asimismo, la insuficiencia de la UPC pone en riesgo la operación del sistema, la protección de los pacientes y sus familias. Sin una oportuna y suficiente asignación de recursos, las barreras de acceso se vuelven protagonistas, así como se incrementan los tiempos de espera y aumenta el gasto de bolsillo de los hogares.
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Ante este panorama, la ANDI analizó de cuánto debería ser el crecimiento de la UPC en la vigencia 2025 para empezar a estabilizar la operación corriente del sistema. El estimado no tiene en cuenta los faltantes que se han ido acumulando en el sistema entre las vigencias 2022 a 2024, que tan solo para el 2024 se habría acumulado un faltante de $10,9 billones.
Hueco de IPS públicas sube a 6 billones de pesos.
Archivo particular
Las estimaciones de la Andi, incluyen el «nivel de siniestralidad observado en el sistema, el crecimiento de la población y el ajuste por inflación, la UPC que permitiría que el sistema de salud pueda cumplir con sus obligaciones» hacia los ciudadanos y pacientes colombianos, debería crecer al menos el 16,9% para el 2025.
En ese hilo, indican que, de no incrementar la UPC a niveles suficientes, lo más posible es que ocurra «una crisis de salud en términos de atención y operación del sistema«.
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Por ello, destacan la responsabilidad del Gobierno nacional, en cabeza de los ministerios de Salud y Hacienda y el Departamento Nacional de Planeación, para definir el incremento de la UPC que garantice la operatividad del sistema de salud.
Además, la Andi enfatiza que antes de cualquier discusión de reforma, lo primordial es «estabilizar la operación corriente del sistema y garantizar los recursos necesarios para cubrir los gastos en salud de los colombianos, pues ninguna cadena de prestación de servicios y proveeduría de tecnologías en salud puede operar bajo una situación de déficit recurrente«.
VALENTINA DELGADILLO ABELLO
Periodista Portafolio