La democracia es siempre conflictiva porque “pretende organizar la convivencia entre diferentes con la promesa de que lo vamos a resolver sin violencia y con el Estado como proveedor del bien común”, dijo este viernes la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, durante su intervención en el festival Futuro Imperfecto que se celebra en Buenos Aires. Bueno advirtió de que uno de los problemas para que esa promesa se cumpla debe haber formas para intervenir sobre esa realidad. “Lo que se ha roto es el consenso sobre qué es la realidad”, señaló antes de pedir “el esfuerzo de todos para reconstruir un mínimo de consenso sobre la realidad” en un contexto de fragmentación social creciente y de auge de autoritarismos.
A lo largo de tres días, más de una veintena de ponentes han participado en la segunda edición de este festival organizado por la revista Anfibia que cruza periodismo, arte y tecnología para reflexionar sobre el mundo que viene y cómo contarlo. “Estamos en un momento de instituciones o barbarie”, subrayó la directora de El PAÍS. Pero deben ser instituciones que respondan a las necesidades de la sociedad y no cascarones vacíos porque, de lo contrario, “crean un grado de insatisfacción social tal que parte de la sociedad está dispuesta a entregar libertades civiles a cambio de un perímetro de seguridad frente a las incertidumbres de un mundo en cambio”, matizó.
Bueno sostuvo que en la actualidad vivimos las réplicas políticas de la ruptura del pacto tácito que rigió en España y otras democracias occidentales hasta la crisis de 2008 que establecía que una élite se enriquecía con el trabajo de los demás, pero a cambio los trabajadores y sus familias progresaban. “Desde entonces se abrió una brecha de desigualdad cada vez más extraordinaria”, denunció.
La periodista habló sobre la incorporación de nuevos formatos y herramientas tecnológicas a la Redacción de EL PAÍS —entre ellas Vera, el asistente conversacional impulsado por inteligencia artificial—, pero dejó claro que esa exploración no puede hacer perder de vista qué historias se cuentan. Como ejemplo, citó la ceguera de los medios ante el malestar social que se plasmó en las urnas en 2016, cuando los británicos votaron a favor del Brexit, los colombianos en contra del acuerdo de paz y los estadounidenses eligieron como presidente a Donald Trump.
Para el director de la radio digital Futurock, Federico Vázquez, otro de los peligros que acechan a la democracia actual es la concentración de riqueza en pocas manos. “Tenemos que empezar a discutir que es insostenible cualquier democracia con estos niveles de concentración de riqueza. Cualquier sistema de convivencia más o menos razonable necesita que esa desigualdad se achique”, alertó Vázquez. El director de Futurock llamó a los medios de comunicación a denunciar esta situación que se reproduce en todo el mundo y pidió también a la sociedad crear instituciones que permitan a la gente participar, desarrollarse y decir lo que piensa. “Los momentos de fortaleza democrática argentina estuvieron siempre asociados a momentos de gran participación”, dijo Vázquez en la mesa redonda del festival.

La directora del Buenos Aires Herald, Estefanía Pozzo, defendió el rol de los feminismos y de las diversidades sexuales hoy y pidió a los varones que se sumen a esos debates. “Si hay alguien que está custodiando los procesos democráticos de la Argentina en este momento son los feminismos”, dijo Pozzo. La periodista se remontó a la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo durante la dictadura argentina y destacó que la movilización masiva del pasado 1 de febrero contra los dichos homofóbicos del presidente Javier Milei en Davos se gestó en una asamblea autoconvocada por el movimiento LGTBIQ+.
Bueno coincidió con Pozzo. “No hay en las democracias en crisis aguda ningún movimiento que pueda salvarlas tanto como el feminismo porque toca todos los órdenes de la vida: el público, el privado, la economía, las relaciones… La ventana de oportunidad histórica para que el pensamiento feminista aterrice en políticas prácticas es muy pequeña, de unos pocos años, y la reacción monumental que ha provocado da la medida de cuántos pilares toca sobre los que está construido el sistema”, señaló la directora de EL PAÍS, quien se sumó a la invitación para que los hombres se unan a esta “revolución pacífica”.
El editor para la región andina del medio Earth Dialogue, Jack Lo Lau, alentó a escuchar todas las voces, incluso las más opuestas, para romper las burbujas en las que se aíslan los distintos sectores sociales e impiden la reconstrucción de consensos básicos. Para este periodista y académico peruano, la perspectiva climática no puede quedar restringida a medios especializados como el suyo, sino que debe incorporarse a todas las instituciones para hacer frente a los discursos negacionistas.
Bueno concluyó su participación en la mesa redonda con una defensa de la democracia “entendida como conflicto, como crisis permanente, que responde a las exigencias de cada tiempo y que cumpla con el compromiso proveedor de bienestar que los ciudadanos contraen con ellos en las urnas”. De incumplirse ese pacto, las grietas de malestar actuales se ensancharán, advirtió.