La compañía rusa se hará de ese modo con el control de las plantas de Unilever en ciudades como San Petersburgo, Yekaterimburgo o Tula, donde trabajan más de 3.000 empleados.
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Anteriormente, analistas locales valoraban el negocio de la multinacional británica en cerca de 40.000 millones de rublos, unos 412 millones de dólares.
Según el presidente de la empresa rusa, Alexei Sagal, el nuevo propietario de las plantas cumplirá con todas las obligaciones sociales, ya que son una parte importante del acuerdo con Unilever.
El año pasado, la multinacional reveló que estaba intentando vender su negocio en Rusia sin encontrar una «solución viable» en ese momento.
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Simultáneamente, Kiev incluyó a la empresa en su lista de patrocinadores internacionales de la guerra por seguir pagando los impuestos en Rusia e instó a la compañía británica a abandonar el mercado ruso cuanto antes.
Unilever es propietaria de más de 400 marcas, entre ellas Domestos, Axe, Rexona, Dove, Calve, Rama, Brooke Bond, Lipton, Crème Bonjour, CIF, Knorr, Sunsilk, Timotei o CLEAR.
EFE