Con la primera llamada de celular en Colombia en 1994, la historia de la telefonía móvil marcó un antes y un después, dando inicio a una revolución tecnológica que ha incluido grandes movimientos empresariales, millonarias inversiones y una feroz competencia por los usuarios. Hoy, con uno de los eventos más relevantes del sector en el horizonte —la adquisición de Telefónica por parte de Millicom (Tigo)—vale la pena escarbar en la historia y conocer cómo llegó el gigante español de las telecomunicaciones al país, cuya inminente salida promete transformar el mercado colombiano.
Lea también: (Millicom (Tigo) y Telefónica firman acuerdo de compraventa en Colombia)
Aunque el sector de telecomunicaciones ha atravesado meses de inestabilidad, marcados por dificultades financieras que han obligado a la reestructuración de varias empresas, esta industria ha vivido altibajos a lo largo de sus 30 años de historia, con la constante entrada y salida de actores clave. En este contexto, es fundamental destacar dos hitos en la trayectoria de Telefónica en Colombia, momentos decisivos en su consolidación en el país.
El primer hito se remonta a 2004, cuando Colombia enfrentaba importantes desafíos en materia de seguridad. En ese entonces, se anunció que la estadounidense BellSouth, que en su momento había adquirido a Celumóvil, dejaría de operar en el país tras ser adquirida por Movistar, la filial de telefonía móvil de Telefónica.
Esta operación en Latinoamérica, que se cerró por 5.850 millones de dólares y que incluía adquirir negocios en otros países, no solo consolidó a Telefónica en la región, sino que también sentó las bases para el despliegue masivo de servicios móviles y la integración de nuevas tecnologías que ampliaron el acceso a la telefonía en Colombia.
Por el lado de la telefonía fija, el país contaba con la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, Telecom, la cual fue liquidada en 2003 durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez. Tras su liquidación, se dio paso a Colombia Telecomunicaciones (Coltel), una empresa 100% pública durante sus primeros dos años. Sin embargo, el plan de negocios señalaba la necesidad de contar con un socio estratégico para impulsar su operación. Así, en 2006 se inició un proceso de subasta en busca de ese socio, en el que Telefónica participó y se consolidó como el nuevo aliado del Estado. A partir de ese momento, Telefónica entró con su capital a Colombia Telecomunicaciones, Coltel.
Vea también: (‘La cuestión ya no es si debe venderse la ETB, sino si hay interesados en comprarla’)

Telefónica.
EFE
Unificación de las marcas
Con un negocio estructurado, pero a la vez dividido, Telefónica había ganado participación tanto en telefonía móvil (Movistar) como fija, e inició inversiones para mejorar los servicios de telecomunicación e internet. La banda ancha se convirtió en prioridad, lo que llevó a la multinacional española a introducir su primer cable submarino en el país y, años después, a sumar otro. Además, la empresa en el terreno local incursionó en la televisión por suscripción con el fin de ofrecer un paquete completo a sus consumidores.
Tras años de operar sus dos verticales (fijo como móvil) de forma independiente, en 2012 se anunció la integración de una sola empresa, con la razón social Colombia Telecomunicaciones, consolidando sus servicios bajo la marca Movistar. Esta integración permitió a Telefónica incrementar su participación en la sociedad estatal Coltel, alcanzando el 67,5% de las acciones, mientras el Estado retuvo el 32,5%.
Sin embargo, la consolidación en el mercado colombiano no estuvo exenta de tropiezos. Durante la primera década, la empresa enfrentó grandes desafíos, derivados tanto de la extinta Telecom y de la acelerada migración de la telefonía fija al móvil, impulsada por el bajo costo de las llamadas por celulares. Lo que se consideraba estable en 2006, para 2016 ya había cambiado, obligando a plantear un nuevo rumbo estratégico más allá de la llegada del 3G y 4G. A esto se le sumaron dificultadas legales como la disputa por la reversión de activos, que incluye la devolución de la red.
Lea también: (Cuidado personal y belleza, punta de lanza de Unilever para crecer)

Movistar
EL TIEMPO
Evolución
A medida que la demanda de internet crecía, en 2017 Telefónica-Movistar destinó parte de su negocio al despliegue de fibra óptica. En ese proceso, se asociaron con nuevos aliados para lanzar una red neutra, destinada a ofrecer servicios a otros jugadores del mercado. Esta iniciativa eventualmente derivó en la sociedad con KKR, bajo el nombre de On Net Fibra. Además, la integración de la red permitió colaborar con Tigo en 2013 en diversas zonas del país, lo que abrió la posibilidad de participar en la subasta del 5G en 2023.
Actualmente, Telefónica se encuentra a la espera de concluir su operación con Millicom, casa matriz de Tigo, que tiene previsto adquirir su negocio en Colombia. Aunque la transacción depende de la aprobación de las autoridades competentes, se ha anunciado recientemente que ambas compañías han firmado un acuerdo definitivo de compraventa para formalizar la operación en el país.
Una marca en la ‘Arena’

Movistar Arena
Movistar Arena
Pero Telefónica- Movistar no se limita a ser una empresa de telecomunicaciones; también es sinónimo de entretenimiento y deporte. En 2018, la compañía consolidó una alianza con la empresa Colombiana de Escenarios para que el coliseo cubierto El Campín adoptara el nombre de Movistar Arena, convirtiéndose en una vitrina emblemática para la marca. Por otro lado, desde 2013, Telefónica ha forjado una alianza con Abarca Sports para establecer el Movistar Team, un equipo profesional de ciclismo que ha contado con destacadas figuras latinoamericanas, como el colombiano Nairo Quintana.
¿Cómo nació el nombre Movistar?
Esta marca nació en 1993, cuando la multinacional española lanzó MoviLine, un servicio de telefonía móvil analógica. Con visión de futuro, la empresa también reservó el nombre MoviStar, que más tarde se adoptaría para su oferta de telefonía móvil digital. Al ingresar al mercado latinoamericano, Movistar presentó un diseño minimalista y abstracto en color verde que se volvió icónico; con el tiempo, ese diseño evolucionó hasta adoptar el color azul.
PORTAFOLIO