La grieta del Real Madrid: los rivales regatean a los laterales blancos más del doble de veces que el curso anterior

Los pitos del Bernabéu en Copa contra el Celta, después del repaso del Barcelona en la Supercopa, apuntaron también a una de las vías de fuga de este Madrid: los laterales. Lucas Vázquez y Ferland Mendy fueron reprendidos por una parte del estadio y el canterano siguió siendo señalado el domingo siguiente por un sector tras aparecer en la foto del 0-1 de Las Palmas. En un equipo con dificultades confesas para defender bien —un problema colectivo advertido mil veces por Carlo Ancelotti— y con una grave escasez de zagueros, la cuestión de los laterales es una herida que sigue sangrando en el conjunto blanco y las decisiones que tome el técnico italiano, sobre todo en las citas más exigentes, es uno de los asuntos abiertos. Por ejemplo, ante el Atlético, a 10 días del choque de este miércoles contra el Brest en Guingamp (21.00, Movistar) en busca de una remota clasificación entre los ocho primeros (sin Vinicius, de nuevo sancionado).

La grieta en ambos flancos resulta aún más evidente cuando se mira lo que tenía y lo que hay en este punto del curso: el Madrid ha pasado del mejor Dani Carvajal (cuarto en las votaciones del Balón de Oro) y el cerrojo de Mendy, a una versión muy sufriente atrás de Lucas Vázquez, el bajón del francés y el entusiasta despliegue de Fran García que no termina de convencer a Carletto. Lucas y Mendy, las primeras opciones, recuperaban la temporada pasada cinco balones por partido y en esta han bajado a 3,3. El galo, un tipo duro como el cemento al que era casi imposible regatear, este curso es driblado 0,32 veces por encuentro, cuando en el anterior solo era superado 0,16.

La brecha no escapa de los números ni de la mera observación, y tampoco del análisis de los rivales, que hurgan por ahí, en especial por la derecha del canterano, cuyo entorno asume las dificultades del momento y apela a su fortaleza mental y competitiva. Esta campaña, la banda que defiende Lucas Vázquez hace frente a una amenaza creciente: el 40,1% de los ataques contrarios se producen por ahí, según Opta, frente al 35,1% de la pasada. En la zurda, ha descendido del 39,1% al 35,2%.

Las posibles alternativas no son sencillas y podrían afectar a otros puntos del campo. En la izquierda, al menos, Ancelotti cuenta con dos laterales de formación (Mendy y Fran García), que se van turnando en busca de una solución que no se consolida, mientras en la recámara no desaparece la tercera vía de Camavinga.

La opción B de Militão también se rompió

En la diestra, sin embargo, el asunto se presenta más complejo y sirve también de ejemplo de otros agujeros y desgracias de este Madrid: la precariedad de piezas debido a las lesiones, la insistencia del club en no acudir al mercado a cualquier precio y la ausencia hasta ahora de soluciones en las categorías inferiores a ojos del entrenador. De entrada, en el vestuario del primer equipo no hay ahora otro lateral derecho puro más allá de Lucas Vázquez (33 años), reconvertido hace cinco años desde el extremo y que afronta un horizonte inédito en su carrera por la carga de minutos. Cuando Carvajal se rompió la rodilla derecha, la opción B era Militão, pero él también se partió el cruzado (otra vez). Desde entonces, el recurso más habitual ha sido Fede Valverde, aunque Ancelotti llegó a decir hace unas semanas que no lo volvería a utilizar ahí. La opción del uruguayo altera el centro del campo. La realidad, sin embargo, lo ha empujado a devolverlo a esa esquina cuando lo ha creído necesario, y con masaje incluido: “Es difícil encontrar un lateral derecho como él”, dijo antes de ir a Valladolid, donde echó mano de Raúl Asencio, otra de las vías que citó Carletto en el pasado y que no se concretó hasta el sábado después de unos días de molestias físicas de Lucas Vázquez.

La ventana de fichajes se cierra el lunes 3 de febrero y, salvo gran giro, no se espera a nadie que alivie la grieta más allá de lo que pueda aportar David Alaba después de 13 meses de recuperación. Para el verano, si el lateral derecho Trent Alexander-Arnold continúa sin renovar con el Liverpool un contrato que acaba en junio, sí sería una contratación posible.

Courtois: “Es un trabajo de 11″

Mientras, lo que hay es lo que ya está en vísperas de que el curso entre en su fase decisiva. Lucas, al que regatean esta campaña casi el triple (1,3 veces por encuentro, frente a las 0,5 de la pasada), sigue dando vuelo a su vocación atacante con dos tantos y cuatro asistencias, una producción superior a sus colegas de la izquierda: Fran García (tres pases de gol) y Mendy (a cero). No obstante, el problema del galo, definido hace un año por Ancelotti como “el mejor lateral izquierdo defensivo del mundo”, no es el ataque, sino su rendimiento menguante en defensa. Curiosamente, sus dos mejores temporadas han coincidido con las dos últimas Champions del Madrid.

Su contrato, como el de Lucas, finaliza este verano. Con el francés, hay “buena sintonía” para prolongarlo, según el club, aunque “no hay nada cerrado aún”. El entorno del español asume con naturalidad que hasta el final de temporada puede que no se resuelva su futuro, siguiendo las rutinas de la casa.

El Madrid ha cogido altura en ataque a rebufo de Kylian Mbappé, pero le queda por afinar en defensa. En lo colectivo —”es un trabajo de 11, también de los delanteros”, recordó este martes Thibaut Courtois— y en asuntos tan particulares como los laterales, cuya solución podría afectar a otras zonas del campo.