En el tercer trimestre de 2024, los precios de la vivienda nueva en Colombia experimentaron un incremento promedio anual del 10,37 % en comparación con el mismo período del año anterior, según el Índice de Precios de la Vivienda Nueva del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Este aumento es ligeramente inferior al registrado en el tercer trimestre de 2023, cuando la variación había sido del 11,15 %. De esta manera, se observa una desaceleración en el ritmo de crecimiento de los precios en el sector inmobiliario, aunque el aumento sigue siendo considerable.
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El índice refleja la variación de los precios en el mercado de la vivienda nueva, segmentado entre apartamentos y casas. Para el tercer trimestre de 2024, la variación en los precios de los apartamentos fue del 10,60 %, mientras que en las casas la subida fue del 5,49 %. Esto indica que los apartamentos continuaron siendo la categoría más dinámica en cuanto a incremento de precios, a pesar de la desaceleración general. La diferencia en el comportamiento entre apartamentos y casas puede estar vinculada a la alta demanda de viviendas verticales en algunas ciudades y a las políticas de urbanización en expansión, que han favorecido la construcción de edificios en lugar de viviendas unifamiliares.
Al analizar el comportamiento de los precios en distintas ciudades del país, se observa una disparidad considerable entre las regiones. Las ciudades que registraron los mayores aumentos fueron Cúcuta, Popayán y Barranquilla, con incrementos de 25,68 %, 16,88 % y 15,74 %, respectivamente. Estas cifras reflejan una realidad que responde, entre otros factores, a la dinámica local de cada ciudad, como la demanda creciente, la escasez de oferta, y el dinamismo de ciertos sectores económicos que impulsan la compra de vivienda nueva.
En contraste, las ciudades con los incrementos más bajos en el precio de la vivienda nueva fueron Neiva y Bogotá, con aumentos del 3,88 % y 5,93 %, respectivamente. En Neiva, el comportamiento de los precios puede estar relacionado con una oferta mayor de vivienda en comparación con la demanda, lo que ha permitido que el aumento sea menos pronunciado. En Bogotá, a pesar de ser la capital del país y uno de los mercados más importantes del sector inmobiliario, los precios aumentaron de manera más moderada en este trimestre, lo que podría reflejar una estabilización en el mercado después de varios años de crecimiento sostenido.
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Créditos de vivienda.
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Si se desglosan los precios por estrato socioeconómico, se observan variaciones notables en las principales ciudades del país. En Barranquilla, por ejemplo, la variación total fue del 18,2 %, con incrementos del 19 % en el estrato medio, 19,49 % en el alto y 14,77 % en el bajo. Esto indica que, a pesar de que todos los estratos experimentaron aumentos significativos, los hogares de estrato medio y alto fueron los que vivieron los mayores incrementos. En Cali, los precios aumentaron en promedio un 15,43 %, con incrementos de 16,42 % en el estrato medio, 14,31 % en el alto y 8,52 % en el bajo. Este patrón también sugiere que los sectores con mayores ingresos están impulsando una parte importante de la demanda de vivienda.
En Medellín, la subida fue de 14,24 %, pero la variación fue aún más pronunciada en el estrato medio, con un aumento del 21,04 %, mientras que los estratos alto y bajo registraron incrementos más moderados de 12,33 % y 10,2 %, respectivamente. El aumento en el estrato medio refleja una tendencia de acceso a viviendas nuevas en sectores de clase media, quienes continúan buscando opciones de vivienda que se ajusten a sus posibilidades económicas, a pesar del crecimiento en los precios.
Bucaramanga también mostró un aumento en los precios de la vivienda nueva del 12 %, con el estrato medio viendo el mayor incremento, con una subida del 16,31 %, mientras que los estratos bajo y alto vieron aumentos más moderados de 10,46 % y 10,27 %, respectivamente. Esto sugiere que, al igual que en otras ciudades, el segmento medio está siendo impulsado por la demanda de vivienda nueva, mientras que los estratos más bajos tienen un acceso más limitado a estos precios.
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Construcción de vivienda
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Uno de los casos más destacados fue el comportamiento en Pereira, donde, a pesar de que el precio promedio aumentó un 11,35 %, el segmento medio experimentó un incremento mucho más fuerte del 30,78 %. Esta diferencia tan pronunciada podría estar asociada a una escasez de viviendas de este tipo en la ciudad y a una demanda que ha impulsado los precios de manera mucho más acelerada en ese segmento específico. Este fenómeno podría estar vinculado también a un mayor dinamismo en la construcción de viviendas para la clase media, lo cual ha generado una oferta limitada que no ha podido satisfacer toda la demanda.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio