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Las autoridades surcoreanas detienen al presidente cesado Yoon Suk-yeol

Las autoridades surcoreanas han detenido este miércoles por la mañana al presidente cesado Yoon Suk-yeol, según han informado miembros de la Oficina de Investigación de la Corrupción de Altos Funcionarios (OICAF). Es la primera vez en la historia democrática de Corea del Sur que un líder en ejercicio es arrestado. “He decidido comparecer ante la OICAF, aunque se trata de una investigación ilegal, para evitar cualquier posibilidad de derramamiento de sangre”, ha afirmado Yoon en una declaración grabada en vídeo. “Esto no significa que apruebe la investigación”, asevera. El de esta mañana era el segundo intento de ejecutar la orden de arresto contra el mandatario por imponer en diciembre durante unas horas una ley marcial que ha sumido al país asiático en una de sus peores crisis institucionales en décadas.

La orden de detención se ejecutó a las 10.33 (las 2.33, hora peninsular española) en la residencia presidencial. Imágenes en directo transmitidas por las televisiones locales mostraron un convoy de vehículos, presumiblemente con Yoon a bordo, saliendo del complejo, ubicado en el centro de Seúl, y dirigiéndose a las oficinas de la OICAF, que se encuentran al sur de la capital. Yonhap adelanta que Yoon ya se encuentra en la sede central de la OICAF, donde será interrogado sobre su efímera imposición del control militar del país el pasado 3 de diciembre. Esta oficina cuenta ahora con 48 horas para mantenerlo detenido y cuestionarlo. En ese periodo, puede solicitar la ampliación del arresto si fuese necesario continuar con las indagaciones.

Uno de los abogados del mandatario, Seok Dong-hyun, ha afirmado en una publicación en Facebook que el presidente había accedido a abandonar su residencia y reunirse con los investigadores para “evitar un incidente grave”. Por su parte, el líder parlamentario de la oposición, Park Chan-dae, ha expresado durante una reunión del Partido Democrático que el arresto “es el primer pasado hacia la restauración del orden constitucional, la democracia y el estado de derecho”.

Un vehículo traslada al presidente cesado de Corea del Sur a la Oficina de Investigación de la Corrupción de Altos Funcionarios.
Un vehículo traslada al presidente cesado de Corea del Sur a la Oficina de Investigación de la Corrupción de Altos Funcionarios. YONHAP / POOL (EFE)

Funcionarios de la policía y de la OICAF lograron acceder al recinto presidencial empleando escaleras para penetrar en el complejo, tras ser bloqueados por el Servicio de Seguridad Presidencial (SSP), que levantó una barricada con vehículos cerca de la entrada. Cuatro horas más tarde, comenzaron unas conversaciones con el entorno del presidente para coordinar su detención.

“A diferencia de lo ocurrido durante el primer intento, no hubo personal ni efectivos del SSP que se resistieran activamente a la ejecución”, comunicó un funcionario de la OICAF a la agencia Yonhap. “Prácticamente no hubo enfrentamientos físicos hoy”, declaró. El 3 de enero, las autoridades se vieron obligadas a abortar la operación después de que el SSP, formado por soldados y funcionarios, les impidieran adentrarse en las dependencias oficiales: cerca de 200 guardias formaron un muro humano que bloqueó la entrada, constatando el choque entre agencias y poderes del Estado.

Esta mañana, también se encontraron a la entrada del complejo presidencial con un grupo de legisladores del gobernante Partido del Poder Popular y los abogados de Yoon. Algunos investigadores intentaron acceder al recinto a través de una ruta de senderismo cercana.

Cuando los medios locales han informado de que la detención de Yoon podría producirse en breve, han tenido lugar algunos altercados menores en las inmediaciones de la residencia entre manifestantes llorosos que se encuentran en el lugar para mostrar su apoyo al líder y la policía, según Reuters. En las imágenes difundidas por los medios este miércoles, se puede observar a centenares de oficiales de seguridad, algunos portando escaleras y cizallas, que se adentran por la carretera que da acceso a la villa donde reside el mandatario, y donde ha permanecido custodiado por un grupo reducido de personal de seguridad a su servicio.

Yoon, cesado de sus funciones de forma provisional tras una votación parlamentaria el 14 de diciembre, está acusado de insurrección por tratar de imponer la ley marcial del pasado 3 de diciembre. El dirigente conservador ha rechazado en todo momento los cargos que se han presentado en su contra y ha defendido su actuación como un “acto de gobierno”. Llevaba semanas encerrado en las dependencias oficiales rodeadas por una multitud de simpatizantes que desafían las gélidas temperaturas del país asiático: en estos momentos, unos 6.500 partidarios del presidente destituido. La policía ha desplegado unos 3.000 efectivos para asegurar el acceso al recinto, y se han producido enfrentamientos físicos entre los investigadores y los partidarios de Yoon.

El equipo legal del presidente suspendido considera ilegal la orden dictada contra él, al estimar que la OICAF no es un órgano competente para investigar los cargos de los que se le acusa. La citada oficina, por el contrario, sostiene que Yoon no respondió a sus reiteradas peticiones de comparecer para ser interrogado y que tiene motivos suficientes para emitir la orden.

“Esto no es una aplicación justa de la ley”, ha declarado Yun Gap-geun, uno de los abogados, que ha calificado de “ilegal” el intento de arresto. La policía también trata de detener al subjefe del equipo de seguridad presidencial, Kim Seong-hoon, jefe en funciones del servicio, por supuestamente obstruir a los investigadores para que no detuvieran a Yoon. La policía ha circulado mensajes advirtiendo de que cualquier intento de resistirse a la ejecución de las órdenes podría llevar a la detención.

Las órdenes contra Yoon han sido emitidas por el Tribunal del Distrito Oeste de Seúl después de que el presidente cesado desoyera tres citaciones para comparecer en el interrogatorio sobre su fallido intento de imponer la medida extrema. Las órdenes, que fueron prorrogadas la semana pasada tras expirar, son válidas hasta el 21 de enero.

En medio de toda esta coyuntura, el Tribunal Constitucional arrancó el martes el juicio en el que debe valorar si rechaza o convalida de forma definitiva el cese de Yoon como jefe del Estado. Sin embargo, el máximo tribunal surcoreano suspendió la sesión en cuestión de minutos después de que el presidente no se presentase. La próxima sesión está programada para el jueves y, si Yoon no asiste, el procedimiento continuará con su equipo legal representándolo.