¿Qué los llevó a entrar a este mercado?
Hay que entender la necesidad de un mercado como el de facturas. Las empresas tienen un flujo de caja limitado y les dicen a los proveedores que les deben una plata, que se la pagan a 60 o 90 días, pero el proveedor la necesita ya. En Colombia el tamaño es pequeño, si uno lo compara con otros mercados, en particular con Chile, que es dos veces más grande y tenemos una necesidad de crecimiento gigante. Existen plataformas y en Colombia esto se dispara gracias a la facturación electrónica. Venimos a ofrecer algo diferente; no es la plataforma típica.
¿En qué se diferencia?
El mercado de facturas es de pagadores, porque en realidad si usted me dice yo tengo esta factura, que se la quiero vender, y es una cuenta que me tiene que pagar Pepito Pérez o es una que me tiene que pagar el Éxito, si es de este último, la tomo, pero si es de Pepito Perez, espere a ver. El riesgo que el comprador corre es el del pagador de la factura. Llegamos como Bolsa, como plataforma, y no como inversionistas. Simplemente les decimos: señores, vengan y negocian acá las facturas y pueden escoger el pagador, los plazos y pueden poner los precios. La plataforma es abierta y transparente y opera como la Bolsa de Valores: yo pongo la punta y miro quien la alcanza. Por ejemplo, alguien dice que tiene una factura de Bavaria que la vende al 90% y alguien dirá que se la ofrece al 89% y otro al 91%.
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¿Qué más ofrecen?
Que al ser nosotros bolsa, nos aplican exactamente las mismas reglas de juego que la Bolsa de Valores y es algo que la gente no tiene tan claro. La Ley 964 del 2004, del mercado de valores, tiene un artículo que dice que todo lo que allí dice les aplica a las demás bolsas del país. Eso quiere decir que las operaciones tienen principio de finalidad, mediante el cual inversionista puede contar con que, si el pagador entra en liquidación, en un embargo o en un proceso concursal esa plata que me debe por esa factura se queda por fuera y un juez no puede embargar esa plata. Ahí hay una seguridad adicional para el inversionista.
Sin embargo, si el inversionista quiere hacer una ganancia rápida y salir a vender una factura, hoy es complicado, pero la bolsa permite esos mercados secundarios mucho más ágilmente, entonces ahí estamos también para darle mayor liquidez a la misma factura.
¿Hay beneficios de impuestos?
Al ser operaciones bursátiles, no las cubre el 4X1.000. Todas las operaciones de factoring no tienen cuatro por mil y eso es por fuera del mercado bursátil, pero aquí además al que paga la factura tampoco le aplica el 4 x 1.000, entonces hay un beneficio adicional para este ecosistema.
¿Hay montos mínimos?
No. Si usted me llega con una factura de un millón de pesos y tiene quién se la compre, no hay problema. Ahora, si quiere llegar con 1.000 facturas de un millón de pesos también se puede. Este año nos sentamos con la Superfinanciera para decirles que necesitábamos flexibilizar eso, para que sea acorde a lo que el mercado diga.
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¿Hay algún modelo parecido en A. Latina?
No. En Chile, la Bolsa de Productos tiene algo parecido, pero por fuera de la bolsa porque la regulación allá no los dejó que fuera la propia bolsa y lo convierte más como en otra plataforma de factoring. La fortaleza al final es el sistema Radián (de la Dian), que, al obligar a todo el mundo a facturar electrónicamente, fortalece todo. Eso tiene una potencia gigantesca. Radián es como un Deceval. La bolsa se encarga de hacer los pagos y les arregla la vida a los inversionistas, porque toda la plata llega acá y la bolsa se encarga. Todos los proveedores que quieran pueden vender sus facturas a través de la Bolsa Mercantil y la Bolsa se encarga de que eso quede registrado en Radián y todo eso es automático.
¿Qué tienen que hacer las partes para utilizar la plataforma?
Todo tiene que pasar a través de las sociedades comisionistas, de las cuales tenemos 10 en la Bolsa Mercantil, que tienen un recorrido muy grande en el sector agropecuario, pero ahora ellos están montados en este en esta nueva operación.
¿Qué proyecciones tienen de niveles de negociación?
Creemos que el próximo año a lo que más le vamos a gastar tiempo es a darnos a conocer. Y el próximo año esperamos es que por lo menos un billón de pesos pase por la Bolsa Mercantil de Colombia.
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
Editor General de Portafolio